Todos estamos acostumbrados a la rutina del 8 a 5 con una hora de almuerzo, a producir, producir, producir, cumplir con las fechas topes, asistir a reuniones, dejando poco tiempo para la creatividad.

Sin embargo, cada vez más las empresas se dan cuenta de lo importante que es contar con personal pensante y cambiante. En un mercado tan competitivo es imprescindible mantener los ojos abiertos y encontrar soluciones y propuestas para continuar mejorando.Date la oportunidad de tomar un respiro y salirte de la rueda, no sólo para relajarte sino para permitir que tu cerebro haga de las suyas. Estos son sólo unos ejemplos de cómo puedes transformar el típico ambiente de trabajo en uno de innovación y hasta diversión.

Organiza tu escritorio
Una pila de papeles y post it´s, dos tazas de café sucias, carpetas sin guardar… con tanto desorden terminarás agobiada cada día. No hay nada mejor que un escritorio despejado y limpio para trabajar con más ánimo. Saca tiempo para poner en orden tu escritorio e incluso limpiarlo si hace falta. Ten a mano lo que necesites por el momento y asegúrate de dejarlo despejado cuando te vayas, así podrás empezar el día con ganas a la mañana siguiente.

Haz una pausa
Cada día comprométete a cerrar el correo por unos 15 minutos para tomar una pausa. Vé por un té o un vaso de agua y lleva contigo tu libreta para anotar cualquier idea que tengas o simplemente hacer tu lista de prioridades para el día. Cuando regreses estarás más relajada e incluso habrás encontrado una solución para algún problema que haya surgido.

Actualiza tus procesos
Llevas haciendo tus labores con la misma secuencia desde hace meses. No entiendes por qué algo tan sencillo te toma tanto tiempo, o por qué tienes que seguir tantos pasos para realizar una tarea cuando de otra manera podría ser más rápido. Tal vez sea tiempo de proponer un cambio. Esto te beneficiará ahorrando tiempo y esfuerzo al igual que te hará más productiva ante la empresa.

Describe el trabajo de tus sueños
En ocasiones estamos estancados en una posición por temor al cambio o a que no nos den el chance. Pero nada sacamos con esta actitud, con el tiempo sólo nos llenamos de frustración. El siguiente ejercicio les será de mucha ayuda. En una hoja lista las funciones que te gustaría realizar y que harían tu trabajo más llevadero. Pueden ser funciones adicionales o en reemplazo de las que ya haces y que serían realmente un reto para ti. También podría ser una posición completamente nueva que haría falta crear y para la cual estás preparada. Al hacer esta lista tendrás claro qué quieres hacer en tu futuro y podrás presentar algo concreto a tus superiores cuando se dé la oportunidad.

Ten una carpeta con ideas
Si algo bueno se te ocurre, ¡no lo dejes escapar! Ten a mano una libreta donde apuntes y desarrolles todas tus ideas y guárdalas en una carpeta. Así, cuando tengas reuniones de “brainstorming” estarás preparada y los deslumbrarás a todos. Y no te aflijas si alguna de tus ideas no pega, lo importante es intentarlo y al final ninguna idea es mala.

Apóyate en la lectura
En ocasiones se hace difícil ser creativa cuando te rodeas siempre del mismo ambiente, de la misma gente y con la misma información. De vez en cuando es conveniente navegar por Internet y leer otros puntos de vista u otras maneras de realizar procesos. También vale la pena invertir en libros relacionados con lo que trabajas si realmente lo disfrutas, así te mantendrás actualizada y podrás aplicar lo nuevo que haz aprendido para que tu trabajo sea más interesante.

Sigue alguno de estos consejos y verás cómo te sentirás más motivada en el trabajo. Lo cierto es que pasamos la gran mayoría de nuestro tiempo postrados en un escritorio frente a la computadora. Nuestro tiempo es valioso, así que más vale que realmente disfrutemos lo que hacemos para sacarle el mayor provecho.

Y si sientes que no valoran en tu trabajo estos esfuerzos, entonces aplica tu creatividad creando tu propio negocio. ¡Ya es hora de tener mente de empresario!