Bajito. Este estilo implica llevar el cabello bien cortito, por lo cual es fácil de manejar. Cuando te duches, masajea tu cabello con un poquito de acondicionador para mantener la humedad. Luego unta un aceite por todo tu cuero cabelludo para que esté siempre sano y con la ayuda de un gel o pomada y un cepillo suave lograrás domar tus rizos. Dale un twist agregando diseños geométricos o líneas.

César. Un estilo más sofisticado, ideal para los que trabajan en oficinas. Se puede seguir la misma rutina que con el pelo bajito, pero este look requiere de visitas periódicas al barbero para mantenerlo alineado. Si tu rizo es muy apretado, puedes optar por el uso de un texturizador, una crema que ayuda a abrir los rizos, para que estén más manejables. Luego con la ayuda de una pomada especial que le dará el brillo y cuerpo que tus rizos necesitan.

Afro. Con este largo tienes que monitorear aún más la forma de tu corte. Procura cortar las puntas para evitar que se formen nudos y recuerda que la humectación es crucial. Afro regular. Péinate hacia arriba con el pick y en forma circular para detectar si en algún área está disparejo y ajustar el corte. Siempre alínea esos contornos para un look actualizado.

Trenzas y conrows. A medida que va creciendo tu cabello, puedes experimentar más con él. Puedes hacerte trenzas pegadas (cornrows) o individuales, un estilo práctico y de poco mantenimiento. Como puedes llevar estos estilos entre 2 semanas y un mes, procura cuidar de tu cuero cabelludo, limpiándolo con un algodón con astringente una vez por semana y luego masajeándolo con aceite. Evita el uso de trenzas muy apretadas que estresan la raíz.

Dreadlocks. Al igual que las trenzas el higiene es importante, así que puedes seguir los mismos consejos. También, una vez que los locks se hayan enmarañado bien, puedes untarles pomada o aceite para darles brillo y vida.

Rapado. Como el cuero cabelludo está completamente expuesto, el mismo requiere de humectación extra para evitar la aparición de eczemas o psoriasis. Opta por un aceite jabonoso para no resecar demasiado la piel y darle un brillo natural. Si tu cuero cabelludo es extremadamente seco, puedes usar vaselina o aceite para bebés para mantenerlo humectado a diario.