Muchos opinan que es un espécimen extinto, pero yo creo firmemente que hay un buen par de caballeros allá afuera. Ser caballero puede sonar como algo del siglo pasado, pero lo cierto es que los hombres que se esmeran en serlo siempre se distinguen de los demás.

¿Serás tú uno de ellos? Sigue leyendo y descubrirás las cualidades de un auténtico caballero.

Es galante. Un caballero le cede el asiento a una señora y le abre la puerta. Si ve que una persona viene cargada o incluso se le cae algo, le ayuda a recogerlo o con los paquetes. Cede el paso cuando va manejando y en su vocabulario las frases “por favor” y “gracias” son las principales.

Sabe tratar a una mujer. Un caballero nunca usaría palabras obscenas, especialmente delante de su pareja o en público. Nunca agrediría a su pareja ni verbal ni físicamente. Jamás hablaría de sus relaciones íntimas con otras personas. Tiene detalles y no necesita ser arrogante ni machista para conquistar a una mujer. En caso de separarse de su pareja teniendo hijos, asume su responsabilidad, tanto económica como familiar.

Guarda la compostura. Un caballero resuelve sus problemas con elegancia e inteligencia, sin recurrir a los puños. Sabe limitarse en la bebida para mantenerse lúcido en una fiesta. No se burla ni critica a una persona que está en una posición inferior a él. Habla en un tono moderado cuando está en público.

Es culto y respetuoso. Un caballero enriquece sus conocimientos constantemente y sabe desenvolverse en una conversación. Trata de superarse y aprender otros idiomas. Tiene buenos modales en la mesa y se quita el sombrero si está en un lugar cerrado. Siempre lleva un pañuelo a mano en caso de que estornude o tosa. Nunca interfiere con la propiedad ajena. Es puntual en sus compromisos y de llegar tarde, avisa con antelación.

¿Qué significa para tí ser un caballero?