Si hay algo que define tu estilo personal es tu colección de camisas y el cuidado que les des. Una camisa limpia, bien planchada y cuyo tono original esté bien conservado logrará impresionar a los demás.

La elección de la camisa adecuada dependerá de la ocasión. Las camisas de vestir suelen tener un corte más elegante que resalta el físico y tienden a ser unicolor o a rayas en diferentes texturas. Las puedes encontrar en manga larga y corta.

El color y diseño de la camisa que elijas también va a depender del color del traje o los pantalones que lleves, así como la corbata. La camisa blanca es tradicional y se ajusta a cualquier ocasión. Se usa con mayor frecuencia para ir al trabajo, sobre todo los que trabajan en el sector bancario. Para la noche elije una camisa blanca de textura sedosa y con fibras y detalles más sofisticados.

También está de moda el estilo tono a tono, en donde la camisa y la corbata son del mismo color que el traje.

Otra opción es combinar una camisa con un tono vivo como el rojo, el amarillo o el verde con saco y pantalón en tonos oscuros como el negro o el gris. O de forma contraria, una camisa unicolor en tonos oscuros como el rojo vino, el negro, o el azul marino con saco y pantalón blanco hueso o beige.

Las camisas a rayas también son muy vestidoras y generalmente se usan con trajes oscuros. Un estilo original y elegante son las camisas a rayas con cuello blanco.

Las camisas con mangas cortas suelen usarse durante el verano y sin corbata.

Los cuadros estilo vaquero van mejor con un look más casual, con jeans o kakhis en manga larga o corta.

Para ir de copas la mejor opción es una camisa manga larga casual y de algodón. Puedes elegir entre una que tenga complementos y bordados elegantes y algo punk o una sencilla e impecable.

Sea cual sea la camisa que elijas, no olvides darle el mantenimiento que requiere para que se conserve en buen estado por más tiempo. Aquí te van unos consejos:

Mantén su color. A la hora de lavar, separa las camisas oscuras de las más claras y lava las oscuras con agua fría y las claras con agua tibia. Esto ayudará a retener el color de las mismas. En adición elige un ciclo de lavado que sea más gentil o la opción de lavado a mano para mantener su calidad. Vale la pena lavar las camisas más caras o de fibras más delicadas a mano para que duren más.

Cuidado extra. Si tu presupuesto te lo permite, envía tus camisas a la tintorería para que las laven y planchen. En caso de que no puedas hacerlo todo el tiempo, a la hora de comprar elije camisas en tejido de punto, twill o poplin, preferiblemente que sean 70% algodón 30 % poliéster. También puedes invertir en una que sea de un material planchado permanente.

Piezas finas. Mantén la calidad de tus camisas de gala lavándolas a mano. El lavado en seco no siempre es la mejor opción porque el uso de químicos puede deteriorar los tejidos a largo plazo.

Desodorantes y perfumes. Si usas un desodorante o perfume en spray aplícatelo directamente en el cuerpo y déjalo secar antes de ponerte la camisa. Lo mismo con los desodorantes en roll on o en gel. La mezcla de estos productos con los aceites naturales del cuerpo y el sudor pueden provocar manchas y afectar la calidad de la tela con el tiempo.

El planchado. Hablando de manchas, evita planchar una camisa que esté manchada, ya que esto hará que la mancha sea permanente. Asegúrate de usar la opción de planchado a vapor o ten contigo una botella de agua con tapa de spray para humedecer la camisa y facilitar el planchado. Cuélgalas bien. Para mantener la forma de tus camisas es recomendable el uso de ganchos de madera con hombros anchos.

Desecha los de metal con los que vienen de la lavandería ya que pueden alterar la forma de las camisas con el tiempo.

De ahora en adelante no hay excusa para no lucir una camisa impecable. Con estos consejos lograrás conservar su calidad y prolongar su durabilidad.